Admiro mucho a esa gente que le pone todas las energías a lograr eso que tanto quieren. Esa fortaleza de esperar y esperar a que las cosas se den y que su resultado sea el esperado. Yo no puedo, no tengo esa fortaleza. Me derrumbo fácilmente. Siento que no puedo aguantar tanto, me entrego rápidamente y ahí es cuando siento esa angustia se transformo en algo peor. ¿Nunca sintieron que querer a una persona no nos va a llevar a nada bueno pero el no estar con esa persona nos lleva a algo peor? A mi me esta pasando ahora. ¿Nunca sintieron que aprendieron todo eso que tenían que saber justo cuando lo necesitan para nada? También me esta pasando. Todas esas preguntas me llevan a una catarata de emociones que difícilmente pueda controlar. Paso de la alegría a la tristeza en tan sólo un par de minutos de siesta. Paso a tener una tristeza de esas que sentís en el pecho y no hay momento lindo que pase por tu mente para hacer que te olvides de la tristeza. Porque eso es lo que hago, cada vez que la tristeza llega intento imaginar cuales fueron los momentos en que me sentí feliz y despacio pero seguro esa tristeza se va. Pero con esa angustia que llega al pecho no hay forma de sentirme un poco mejor. Hace que me sienta devastada. Hace que quiera rendirme.
Muchas veces me gustaría que apareciera un genio y sólo pedir un deseo: Una oportunidad. Son esos milagros que esperamos que sucedan. Son esas cosas que esperamos que por arte de magia nos cambien el rumbo y muy en el fondo sabemos que son imposibles de que pasen y que por más que lo que pidamos sea deseado con el alma, eso no va a pasar. Y tenemos que seguir adelante con eso, aunque cueste muchísimo, tenemos que seguir pensando como es que va a ser nuestra vida sin esa oportunidad que tanto venimos pensando.
No estaría mal que alguna vez no concedieran algo así, que nos den ese changüí para poder creer que por una vez la suerte esta de nuestro lado. Me gustaría ir a dormirme y despertarme con esa oportunidad que tanto deseo desde el alma y sentir que nada es tan fuerte para derribarme.
Esta semana fue un calesita de situaciones y propuestas, que al final hicieron replantearme muchas cosas y una de ellas fue: Vos no sos así.
En el ámbito estudiantil vengo entre desganada y perdida, necesito poner en claro mi situación personal para poder embarcarme en todo el estudio. Agradezco que esto me este pasando a principio de cuatrimestre y no casi al final, todavía tengo tiempo a solucionarlo.
Quiero dormirme y tener en claro que es lo que tengo que hacer de ahora en más. Ya se cual es la situación, sólo tengo que decidir.
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