jueves, 30 de octubre de 2014

Somos lo que elegimos.

Cuando nos dicen la frase, gran frase: Vos tenes que seguir tu vocación, eso que amas es porque tu vocación no es ni ser contadora ni ser abogada. En general a aquellos que eligen esas carreras nadie les dijo que sigan lo que aman aunque les vaya mal porque hay una regla ¿social? que dice que los que estudian esas carreras no puede irles mal. 
Esa bendita frase se la dicen a aquellos a los que no le tienen fé en lo que quieren seguir. Esos que su vocación es la Música, el Arte o como es mi caso Historia. 
Sí, este año después de muchas idas y vueltas y un paso turbulento por psicología elegí que quería dedicar varios años de mi vida a estudiar para ser Historiadora. 

A la pregunta ¿Y vos qué estudias? le sigue la siguiente que me parece más terrible: Ah, ¿quéres ser profesora? 
Es ahí cuando me transformo en toda una orientadora vocacional y empiezo a explicar que la única salida laboral no es la docencia, que existen otras opciones como trabajar en partidos políticos...y ahí ya me pierden el hilo de la conversación pero me alcanza el saber que saben que por lo menos existe otra opción. 

Estudio Historia porque quiero investigar en profundidad un periodo de la historia argentina. Si, quiero investigar. No estoy diciendo que quiero ser Sócrates y sólo ponerme a escuchar las historias de los que pasan por la plaza de la ciudad y filosofar para luego sacar conclusiones o ser Descartes para viajar por el mundo sólo porque quiero incorporar más conocimientos. A todo esto ¿Alguien se pregunto de qué vivían estos seres? 
Entiendo que de algo tengo que vivir y estudio por esa razón y porque aprender me gusta mucho. Estudio en una universidad porque es el camino que vi más viable para poder aprender más, creo que no existe otra razón. 

Eso que amamos, eso por lo que dejamos nuestro tiempo, nuestros ahorros, eso que casi tenemos en primer lugar es lo que tenemos que seguir porque, aunque suene a frase hecha, lo estamos eligiendo para nosotros y nadie más vive nuestra vida y nadie más aprende de las decisiones como nosotros mismos.
Nosotros nos vamos marcando nuestro camino y nos conocemos más que nadie, no dejemos que las opiniones de los demás interfieran. Marquemos nuestro camino. 



sábado, 18 de octubre de 2014

Ahora

Un no vamos para el mismo lugar, nunca pero nunca es verdad. También una doble negación es una afirmación y eso eso lo que acabo de hacer en la oración anterior. 
No creo en poder afirmar que ya de antemano sabemos que no vamos a poder ir acompañados de ciertas personas. Si pudiéramos ver tan claro el futuro no se explicaría porqué nos equivocamos tanto a la hora de actuar en ese futuro que se vuelve presente. 
Yo creo que en el ahora no vamos para el mismo lugar, no estamos pensando en más adelante sino en el aquí y ahora. Hoy no vamos para el mismo lugar, no sabemos mañana. Pero a la hora de hablarlo siempre culpamos a nuestro yo del futuro porque es más fácil culpar a alguien que todavía no llego que hacernos del valor suficiente para afirmar que no, que ahora no estamos en el mismo lugar, que es ahora que somos los responsables de que no funcionemos. 


- I love you Robin. I’m serious. Do remember why we broke up in the first place? We asked each other, ‘Where do you want to be in five years?’ and our answers were just too different. Well its five years later, and where are we? Standing on the roof where I kissed you for the first time.  
HIMYM


Nosotros podemos cambiar, tener nuevas perspectivas, tener nuevos gustos y preferencias pero quizás nos encontremos en el mismo lugar. Quizás nos quedemos totalmente estáticos pero el que cambia es el otro, porque en toda nuestra teoría nunca incluimos al otro. 
Están las cartas en la mesa pero no todas las jugadas dadas, las estrategias pueden ser muchas y entre ellas existe la de abandonar el juego.  

lunes, 6 de octubre de 2014

Una vez más te aliviaras.

Olvidar no tiene que ser malo, no siempre. Olvidar puede ser ese pequeña iniciativa para cambiar eso que todavía nos dejaba atrás. 
Que un familiar te olvide por alguna enfermedad deber ser algo horrible, que este pero no, que sepa pero no quiera, yo no hablo de ese tipo de olvidos. Hablo de esos olvidos conscientes, de esos olvidos por elección. 

Que un amigo te olvidé sin darnos un porqué puede ayudarnos a entender que no era importante en nuestra vida, sólo las personas a las que les importamos nos recuerdan.
Que un (ex)novio te olvide también nos hace dar cuenta que no eramos importantes pero también nos deja algo más importante: Perder todo tipo de esperanza. Y eso es lo mejor que nos pueden dejar después de una ruptura, el saber que no, que no va a suceder. Y qué mejor para un nuevo comienzo que saber con todas tus fuerzas que no hay nada que te deja en un limbo emocional. 
Saber que atrás no hay nada y que sólo queda avanzar gracias al olvido de alguien es creo yo la mejor manera de terminar aunque sea contradictorio en todos sus aspectos. 
Cuando empieza a dejar de doler, cuando también nos proponemos que nos deje de doler, cuando empezas a armar todas las partes rotas que habían dejado en vos, cuando todo eso pasa, pensá y agradece: Che, gracias por olvidarme, me solucionaste mil cosas así, no sé que hubiera hecho si no lo hacías. 

A veces olvidar, algunas veces, esta bien. 

lunes, 15 de septiembre de 2014

Las historias sin principio

Existen historias que uno nunca sabe cuando empezaron, simplemente suceden, están ahí pero ni siquiera podemos saber si es o no una historia. 

Esas historias sin principio, esas que no sabemos en qué momento las empezamos a vivir, esas que son de las que entran sin golpear cuando se terminan nos duelen como si alguna vez hubieran empezado, como si alguna vez todo eso lo hubiéramos vivido conscientes. 

¿Cómo se logra hacer que algo que no empezó pueda terminar? ¿No es qué todo empieza en un punto y termina (si es que eso pasa) es en otro punto? Mira, yo acá creo que empece por el medio ¿Cómo hago? 

A base de prueba y error aprendí que todo tiene que tener un principio, un punto de partida, un desde acá ¿Qué sentido tiene darle más incertidumbre a todo esto qué seguramente ya me esta dando alguna que otra duda? 

Las historias sin principio que terminan nos hacen sentir que nos duele algo que no tenemos la certeza de poder decir que existió y eso se nos suma a la carga de dolores. Algo más que vamos a tener que sanar: el creer en esa historia. 

Ademas de todo esto ¿no se dieron cuenta que lo más lindo de las historias es cuando empiezan? Todo nos parece lindo, perfecto. El tiempo se va a encargando de buscarle quintas patas al gato y que todo eso que nos parecía perfecto, nos termine molestando. ¿Por qué entonces privarnos de empezar historias? 

martes, 9 de septiembre de 2014

Deja vu

Te quedas quieto un segundo y empieza todo un flash en tu cabeza y una sola oración puede salir de tu boca: Esto ya lo vivíEs como si de la nada empezas a unir momentos, situaciones y esos puntos que te habían quedado sueltos empiezan a tener sentido, y si, es otra vez lo mismo. Hasta crees saber cómo son los pasos siguientes, conoces cada movimiento porque esto lo viviste más de una vez, porque este es el único proceso que pensas que puede hacer. 

Y si hasta el momento no creías haber vivido un deja vu, esto te deja claro que lo estás viviendo. Casi que te arriesgas a contar el final de la historia. Podes vivir cada palabra que puede llegar a salir de su boca. 
Pero no todo es seguridad, quizás esta vez si se puede cambiar el rumbo de la historia pero no porque se cambien las situaciones del otro lado sino porque vos ya sabes lo que queres y lo que no y entendiste casi a la fuerza lo que realmente nos da ese pedacito de alegría que siempre necesitamos. 

Cuando iba al colegio a las psicopedagogas que no gustaban de hacer un buen trabajo por nosotros nos pusieron un vídeo. Era el discurso que daba Steve Jobs en una universidad a chicos que se estaban por recibir o algo similar. 
Para nosotros, estudiantes, era nuestra nueva oportunidad para no hacer nada durante las clases pero fue el único vídeo, de todas las películas que nos pasaban que me dejo algo como enseñanza, decía algo así como: 

No se pueden conectar los puntos hacia adelante; sólo puedes hacerlo mirando hacia atrás. Así que tienes que confiar en que los puntos se conectarán de alguna manera en el futuro. Tienes que confiar en algo, tu instinto, el destino, la vida, el karma, lo que sea. Porque creer que los puntos se unirán te darán la confianza de seguir tu corazón. Esta forma de actuar nunca me ha traicionado, y ha marcado la diferencia en mi vida.

Y creo que es eso lo que estoy haciendo ahora y esperando que pase. Cada situación del pasado se unió con un punto del presente. Cada perdida fue unida a un encuentro. Cada error se unió a un acierto. Cada dolor se unió a una nueva alegría. Estoy confiando en que todo saldrá bien. Estoy dejando que cada cosa pase sin forzarla porque se que en el futuro se va a unir a mi nuevo bienestar. 





miércoles, 3 de septiembre de 2014

Las conclusiones.

Mentiría si dijera que me va mal pero también mentiría si dijera que me va bien. Simplemente me va. ¿Inconformista? Seguramente pero por lo menos realista. 

Dejé de mentirme a mi misma (o a los demás) sobre cada día. No tengo toda una continuidad de felicidad ni tengo toda una continuidad de tristeza. 
Mira, hoy siento que soy la mina más feliz del mundo pero a los dos días no puedo parar de hacerme preguntas y a dudar de lo que me pasa
Es que si, todavía sigo intentando encontrar una respuesta (o por lo menos hoy, no se mañana) 

El otro día pensaba que no me arrepiento de nada de lo que viví estos meses, quizás menos insegura, hay un parte de mí que se alegra por lo vivido. Te arriesgaste y no especulaste, me suena en la cabeza más de una vez. 
¿Las consecuencias de arriesgarse son estas? Creo que estoy conforme porque fue la primera vez que no me guié por el resto sino por mí. Si, el resto termino teniendo la razón pero yo viví ese momento que todavía tenia ganas de sentir. 

De esto que viví puedo terminar sacando una conclusión pero es difícil pensar que también le puede de servir de consejo a alguien más porque es lo más personal que viví y sentí. 
Pienso que muchas veces nos equivocamos y no encontramos la manera de encarar un vínculo y cuando por fin aprendemos quizás no nos sirva con esa persona con la cual nos equivocamos porque el desgaste es inminente. No quiero decir que aunque nos equivoquemos y aprendamos del error eso no nos sirva de nada, sino que no nos sirve con la persona que lastimamos pero si con alguien nuevo que aparezca en nuestra vida. 
Y rogamos que los perdones y las disculpas sean aceptadas por aquel al que lastimamos pero también entendemos que no, que igual no sirve el perdón porque el daño que se hizo va a quedar con el paso del tiempo. 

  

lunes, 25 de agosto de 2014

Cajas

Aferrarse al pasado esta mal. Aferrarse al pasado no nos deja avanzar y mientras escribo esto se me viene a la cabeza una parte de la canción que dice: Si al final, abrazarse al dolor no nos deja brillar. Dime qué será, qué será de los dos cuando pase la vida? Añorar el pasado nos abraza a el dolor. 

A veces hasta nos parece injusto todo, creo que tengo que corregir esto: me parece injusto a mi. Porque uno va esquivando (mal hecho), uno va tratando de dejar todo en su lugar, intentando ser ordenado en tiempo y espacio. Ordenando que va a la caja del pasado, a la caja del presente. Es como si fuera una mudanza en donde te vas porque ya no sentís más que es tu lugar. 

Y si todo fuera tan fácil como poner cosas en cajas no habría qué tratarlo como un conflicto pero no lo es. Y no sólo porque a mi siempre me gusto eso de complicar un poco más sino porque no es fácil para ninguno. Siempre nos quedan esas cositas que no sabemos que hacer, en dónde ponerlas, ¿me las sigo quedando o por fin las dejo? Y la vas dejando en la caja de los "no se que voy a hacer, quédense quietitas ahí" Y mientras te vas mudando a tu nueva vida pero esa caja queda ahí, nada la hizo desaparecer pero vos te olvidaste un poco las cosas que habías dejando dentro de ella.

Empezas a adaptarte a todo lo nuevo, venis bien, conforme y ¡zas! de la nada ves algo que estaba en la caja del "quedense quietitas ahí" ¿Yo lo traje? ¿Se habrá traspapelado? y lo más importante ¿Y ahora qué hago? Lo pensas, lo vas viendo y todo esta metáfora ahora no tendría sentido si yo ahora no pudiera reemplazar cosa por persona. Y ahora sigo. 

Aparece una persona que nunca supiste en dónde ubicarla. Quisiste evitar hacer ese trabajo mucho tiempo pero ahora esta ahí, esperando a que vos le asignes una ubicación. Y todos los dilemas que buscaste evitar se aparecen de golpe sin que siquiera hubieras intentado hacer algo. Pensas, meditas y todo lo que puedas hacer que este a tu alcance para poder elegir: Decidís.

Decidís incluirla en tu presente, quizás ahora se adapte a todo lo nuevo que fuiste viviendo. Y ahí esta el primer y fundamental error. El hecho de que uno cambie no quiere decir que el otro también acompañe el cambio interno de uno. Y no, no va a funcionar porque se desnivelaron. Los rumbos no son los mismos, las ganas no son las mismas, los deseos, en fin, nada es lo mismo pero eso no ayuda sino que empeora. 
Y te cuesta darte cuenta, lo vas negando pero no, cada vez esta más claro: Ya pertenece a tu caja del pasado

Y ahora no hice una mudanza, se podría decir que cambie de lugar la decoración de mi nuevo lugar. 

martes, 19 de agosto de 2014

Enamorarse.

Cuando era chica sentía que me enamoraba siempre del no correspondido o que también me enamoraba todo el tiempo, cualquier persona que se cruzará en mi vida era digna de un enamoramiento mío. Pero siempre lo viví para mí, nunca exprese mis sentimientos hacia nadie, en esos momentos no me sentía suficiente para la otra persona ¿Por qué podría existir la remota idea de qué esa persona también sintiera lo mismo? En mi cabeza algunas cosas funcionaban así. 

Entonces el procedimiento era el siguiente: me empezaba a gustar alguien, buscaba excusas para tenerlo cerca hasta terminábamos siendo amigos pero nunca le expresaba lo que realmente me pasaba. Creía que eso iba a funcionar para mi. Cuando ya un poco me cansaba de quedarme callada, me alejaba un poco y al tiempo se repetía el procedimiento. 

Entré a la adolescencia y el procedimiento seguía siendo el mismo, hasta que un día me enamore de alguien que también se había enamorado de mí y se animo a decírmelo. Me asusté y durante un año negué sentir lo mismo. Si hay algo que me afecta son los cambios y es cada vez más notorio. Con mi planificación de vida ¿Cómo vas a venir a cambiarme todo ese que procedimiento que pensé que iba a ser de por vida? 

Negué sentir lo mismo pero daba las señales incorrectas. Negué estar enamorada pero no podía pasar un momento lejos de él. Durante un año me insistió para que saliéramos. Un año, paciencia de acero. Por dentro me moría cada vez que hablábamos. Un día mis ganas y las suyas se unieron para que el destino le concediera mi sí. Fuimos novios tres años. 

La verdad es que no tengo muchos recuerdos de la relación, tengo la manía de bloquear algunas cosas cuando me lastiman. Porque si, con el tiempo salí lastimada. Pero si sé que sensaciones me quedaron a mí. Fueron los únicos tres años de mi vida en los que no pensé, simplemente hacía lo que sentía. No tenia en mi la idea de que te podían lastimar, entonces simplemente hacía. Era todo nuevo para mí, creo que nunca entendí si hacíamos bien o mal las cosas pero si sé que la hacíamos porque queríamos. Y un día, se termino. Y creí que nunca más me iba a enamorar. 

Pero obviamente estaba equivocada. Y me volví a enamorar de alguien que siempre estuvo cerca de mi pero que antes no podía verlo de tal manera. Si puedo afirmar que cada enamoramiento es diferente y que sentí nuevas sensaciones constantemente. Pero este enamoramiento venía con un adicional: el miedo a que me lastimen y si tenes miedo, todo lo que haces es pensando.  

Pensé mucho durante la relación. Ah, me olvidaba, también estuve negando un tiempo el sentirme enamorada hasta que fue más fuerte que los dos y una noche de febrero todo empezó a encajar mejor. Volviendo al tema del miedo. Si, me enamore pero sentía miedo. Pensaba mucho las cosas, empece a sentir celos e inseguridades, todo me parecía una amenaza. En esa época (si, estoy vieja) no se usaba stalkear o por lo menos yo no estaba enterada del tema pero creo que con sólo la respiración de él ya empezaba a sacar posibles conclusiones de alguna mentira, que en todos los casos nunca existió. 

Eso desgasto la relación que también fue de tres años, que tuvo idas y venidas y que pagamos el precio de tanto ir y venir también. Se termino. Y yo simplemente me quede paralizada, no hice nada. No lo busqué, sentí que no tenia las herramientas. Dejé que se fuera, así nomas. Sin arriesgarme una vez más. 

Y cuando las situaciones daban para que yo ya diera por perdido todo, apareció. Si hubo algo que yo siempre hubiera dicho que no iba a pasar era que él volviera. Perdí todas las apuestas, gracias a Dios. La mejor perdida de mi vida. Creo que nunca agradecí tanto al universo como esos días porque si antes no creía en un Dios o en algo, ese día empece a creer. Ya me estaba anotando en alguna peregrinación. 

Y empezamos, la primer promesa que me hice fue no pensar tanto y dejar de ser insegura. Y la rompí. Siento que no sólo la rompí, sino que me encargue de romper también todos los pedazos que quedaron aún más que antes.
Me ganaron mis inseguridades, me ganaron mis miedos y todo lo bueno que pude hacer quedo en un quinto plano por todo eso que no pude disfrutar sin pensar.  

Y me estaba por rendir ¿Qué posibilidades hay de qué otra vez confíes en mi? ¿Qué puedo ofrecerte? ¿Cómo puedo asegurar que voy a intentar callar mis inseguridades? Vuelvo a cometer los mismos errores una y otra vez. No soy garantía de nada ni nadie. Mis errores siempre van por arriba de todos mis intentos de hacer bien. 
Y no puedo rendirme así porque así. Y no quiero rendirme así porque sí. Si hay algo que puedo asegurar es nunca antes sentí estas ganas de intentar y arriesgar por nadie y que esta vez no me quiero quedar callada. Voy a tomar todos los riesgos sin pensarlos porque siento que vale la pena. Lo estoy sintiendo, no lo estoy pensando. Y voy a seguir intentando porque lo siento. 


Si pudiera poder decir estas palabras cuando te veo, sé que no estaríamos así. No estaría haciendo público mi dolor tampoco. Si, estoy buscando que lo leas, todo esto que empece a escribir tiene el único fin de que lo leas. Estoy buscando la forma de que me puedas entender y es esto lo que salió. No lo pensé simplemente sentí que era forma que a mi me sale para pedir perdón. 
Ojalá alguien te avisará que hay una desquiciada haciendo un texto para vos. Ojalá entres por tu propia cuenta. Y ojalá yo pueda recibir alguna respuesta tuya. Voy a insistir, te lo dije, porque lo siento. No quiero perder la posibilidad que se me presento y no quiero perder lo lindo que vivimos en estos meses. Ah si, perdón. 
  






martes, 12 de agosto de 2014

Conoces el procedimiento

Ya se el final de la historia que todavía no empezó. Puedo ver como estamos viviendo una y otra vez la misma historia. Duele. Es eso que te va destruyendo de a poco. Es eso que prometiste no volver a hacer. Es eso que quisiste creer. Necesitabas creer en eso, necesitabas creer que ibas a tener tu recompensa por todo lo vivido ¿Cuánto más se podía derrumbar tu mundo? Nunca se sabe todo, nunca es suficiente, siempre hay más para derrumbar. 

Dejar que el tiempo pase, empezar a quedarse callada, no quedarse con las ganas de más caricias, no quedarse con las ganas de más besos. Sentirse recuperada por un momento. 
Yo abandoné por los mismos motivos, nadie más va a poder explicarme eso que yo viví. 

Y de a poco empezar a desaparecer y se empieza a hacer costumbre. Empezas a recordar a tu yo del pasado diciéndote que estabas haciendo mal ¡qué terca que se puede ser a veces!
Va a doler en todo el cuerpo y quizás nunca te recuperes del todo pero lo sabías y tu orgullo no te va a dejar de recordartelo todos los días.  

Y ahora te parece buena idea tomar la iniciativa ¿Para qué alargar la espera no? Sabes que eso esta a punto de suceder. Si que habías cambiado pero porque estabas sola, y quizás sea la única forma de que tengas tu equilibrio. 
Y si, duele saber que nunca vas a amar sanamente a alguien. Déjalo ir ahora, conoces el procedimiento. 

sábado, 5 de julio de 2014

Entender.

Que entienda que en este momento soy puro miedo. Que entienda que no quiero despegarme de los objetivos que tengo planeados. Que entienda que no puedo prepararme para perder, sabiendo que todas las decisiones tienen consecuencias. Que entienda que necesito sus buenos días de todos los días. Que entienda que necesito su mensaje para saber que esta bien, para saber simplemente que esta. Que entienda que quiero compartir todo eso que nos quedo pendiente. Que entienda que aunque no hay nada es imposible no tener sentimientos. Que entienda que nos imagino con nuestras mochilas a cuestas caminando por todos lados. Que entienda que si, que nos imagino a los dos. Que entienda que necesito mis tiempos. Que entienda que voy a llorar cada vez que quiera ver el final de HIMYM. Que entienda que nos veo escuchando una disco que antes no habíamos escuchado durante las noches antes de ir a dormir. Que entienda que van a ser las dos de la mañana y voy a tener ganas de un chocolate, que va a hacer dos grados bajo cero y voy a tener ganas de helado. Que entienda que amo merendar en Starbucks de la misma manera que odio pagar tanto por un café. Que entienda que nos veo caminando por el río mientras nos da el sol en la cara. Que entienda que me gusta mucho ir al cine. Que entienda que amo las comedias románticas. Que entienda que necesito sus comentarios graciosos en las partes románticas de las películas. Que entienda que voy a repetirle toda la semana la misma noticia si esa me impacto. Que entienda que nos veo sacando fotos por todo Buenos Aires. Que entienda que tengo ganas de viajar. Que entienda que me gusta mucho leer y le voy a mandar las frases que más me gustan aunque no tengan sentido. Que entienda que los días de lluvia no pienso sacarme el pijama y que lo voy a esperar en el sillón para reírnos con Friends o HIMYM. Que entienda que amo desayunar. Que entienda mi mal humor si duermo poco. Que entienda que amo conocer comidas nuevas. Que entienda que me gusta más pelear imaginariamente que en lo que va en la realidad. Que entienda que siempre voy a exagerar. Que entienda que me gusta mucho armar rompecabezas y que espero su colaboración. Que entienda que hay veces que lo quiero al lado mío aunque ni siquiera nos hablemos, sólo para sentirme un poco más tranquila. Que entienda que me cuesta confiar. Que entienda que le voy a decir que ese tema no me gusta y después lo voy a poner de despertador, llamada, mensaje y escucharlo doce veces por día. Que entienda que cada vez que digo que no, en realidad es si pero hay veces que no me sale el sí. Que entienda que voy a necesitar que me insistan. Que entienda que necesito más caricias y abrazos de lo que en verdad expreso. Que entienda que el sólo conoce la forma en la que me siento cuidada. Que entienda que necesito que me cuiden.  

jueves, 1 de mayo de 2014

La crónica que no querías contar.

Y aunque te estés muriendo, no conocen tu dolor. Empieza a sonar dentro del auto. Parece que la música se hubiera sincronizado con los sentimientos. Todo lo que esa mañana habías aguantado para llorar con esa frase algunas lágrimas empiezan a caer. Sabes que tu mamá prendió la radio porque le molestaba el silencio, porque ese silencio adentro del auto nos aturdía. 
Miras por la ventana, todo afuera sigue igual. Es increíble como para nosotros se freno el tiempo pero afuera todo sigue su ritmo. Los autos pasan, las personas caminan y vos dentro del auto sintiéndote en una capsula que te alejo de la realidad. 
Pasan los carteles de las calles, los semáforos, empezas a recordar como fue la noche anterior. El clima en las salas velatorias es tan extraño. Por un momento sentís que viviste una escena de Esperando la Carroza. Ofrecen comida, ofrecen café, gaseosas ¿En serio muchos de lo que estuvieron ahí pensaron en algún momento comer ese sandwich de miga? ¿Cómo lograron separar el hambre de la angustia? 
Para vivir por el camino de la vida he de seguir con la esperanza de llegar a ser feliz. Otra vez la música interrumpe los pensamientos. Otra vez pareciera que la música esta acorde a nosotros ¿Por qué vamos tan lento? Por un momento imaginas que si vos fueras la que maneja, te hubieras salido de la esa gran fila que se había armado a toda velocidad alejándote de todo eso. También imaginas la escena después: pidiendo perdón por haber hecho eso, que es la situación la que te puso así. Pero eso no esta pasando ahora. Esta manejando tu mamá, ni siquiera atinaste a verla a los ojos en toda la mañana. Ni siquiera te animaste. 
Esa caravana hacía el cementerio sentís que es lo más lento que hiciste en toda tu vida. Seguís pensando. Te das cuenta que no tenes ese recuerdo que te va a quedar para toda tu vida, eso que te marco para siempre no esta. Tenes una secuencia de recuerdos, todos buenos, tenes tu infancia en manos de alguien que ahora no esta. Sabes que no serías quien sos hoy si no fuera por él. 
Te recuerdo en mis sueños ahora que te estoy perdiendo. Esa frase suena exactamente en el momento en que empezamos a entrar al cementerio, en ese mismo momento en donde cruzamos las puertas. Justo ahí. Esa canción, que te pareció bizarra desde el primer momento que la escuchaste y que en el peor de los casos le dedicarías a un noviazgo que no funciono, hoy te estás dando cuenta que también iría perfecto para esta situación. Te das cuenta que todo lo que escuchaste ahora tiene otro sentido.
No entendes para donde ir, no sabes que se hace en estos casos porque es la primera vez que pasas por algo así y dentro tuyo empieza una idea utópica de que esa sea la ultima vez. Caes en la cuenta que la vida tiene este tipo de ciclos.    
Vas caminando, primero de mayo, por dentro sonreís, sabes que no conociste a nadie más trabajador que él. Llegas al lugar que te habían indicado. Bajan el cajón del auto fúnebre, no queres mirar, eso no tendría que estar pasando o si, por un momento recordas que era lo mejor, no se podía seguir sufriendo más. Viene toda esa gente que conoces sosteniéndolo. Recordas el llamado de la mañana anterior, tu mamá entre una voz entrecortada dándote la noticia. Te acordas de tu reacción. Lo primero que hiciste fue fijarte que tu prima de seis años estaba durmiendo. Después tirarte en la cama y quedarte totalmente en blanco. 
La imagen de tu mamá agarrando un poco de tierra para empezar a tapar el cajón te quiebra por completo. Sabes que esa imagen no te la vas a olvidar nunca más en tu vida. Esas cosas no se olvidan. Eso lo voy a revivir muchas veces más. Lloras y lloras y no te alcanzan pañuelos ni mangas de buzos para limpiar las lágrimas. No podes mirar más que el piso. Por un momento sentís que nunca aprendiste hablar, ni una palabra puede salir de vos. Escuchas como a lo lejos el llanto de tu abuela, eso te derrumba por completo. Te quedas quieta, paralizada en el lugar, empiezan a caminar, volviendo al comienzo, volviendo a los autos. 
Las lágrimas no paran, muchos familiares que hablaste una sola vez en tu vida (y estoy por cumplir 21 años) tratan de aconsejarte que dejes de llorar. Por dentro pensas ¿Por qué viene a controlar lo que tengo que hacer? Ahora tenes bronca y no sabes porqué. Asentís a todos, en el fondo no te importa, necesitas otra emoción para salir de la angustia. 
Viene tu abuela, con la voz más delicada que pudiste escuchar en tu vida te dice: Dani, por favor, no llores más. Te abraza, lloras. Sabes que este sábado tus 21 años no van a ser lo mismo. Sabes que hubieras dado lo que sea por tener ese último cumpleaños. Sabes que este tres de mayo va a ser triste. 

Después de muchas vueltas, de volver a la casa de tus abuelos...la que ahora es sólo de tu abuela, sentís esa sensación extraña. Algo ya esta faltando. Te sentas en el sillón, agarras el celular, te pones los auriculares, el aleatorio habló: Aunque asuste la idea de perderte, es más grande la vergüenza de no dejarte volar. 

  
  

jueves, 20 de marzo de 2014

¡Gracias por la tregua!

Primero que nada, no se si esto que voy a escribir es una vuelta o solo un paso por acá pero otra vez volvieron las ganas de escribir más allá de mis cuadernos. 
¡Paso mucho tiempo! En realidad siento que pasaron muchos días pero de esos que no te das cuenta que van pasando, simplemente agarras el calendario y reflexionas todo lo que viviste sin darte cuenta. 
¿Qué podría contar? Para empezar podría decir que cambie de carrera y me siento más interesada que antes. Licenciatura en Historia me esta atrapando no así Puan que debo admitir que no me gusto tanto la estructura de esa facultad pero eso no quiere decir que no me este entusiasmando. Ya el martes comienzo con la cursada de las materias que no coincidieron con mi anterior carrera, psicología. Me quedan por cursar pensamiento científico, antropología, economía y sociología. Este cuatrimestre curso las primeras dos y el que viene, si todo sale bien y creo que va a ser así, las que quedan. Esto hablando del cbc. 
También, después de tantas idas y vueltas, empece fotografía y es algo que empece a amar desde la primera clase. Ahora ya voy tres clases. Es un curso que puede ser de cuatro u ocho meses dependiendo lo que buscamos para sacar fotografías. Y si continúo tengo un muestra a fin de año. Y si, mi meta es poder presentarme. 
Es rara la sensación de sentir que estoy haciendo lo que me gusta, lo que me apasiona de verdad. Y además se nota porque puedo estar cansada a mil pero voy a cada clase con mucho entusiasmo. Es una sensación que me empezó a dar muchas más ganas de más. 
Tengo algunos otros planes, en Abril voy a empezar un curso de mándalas y laberintos y no, todavía no tengo idea que son laberintos. Con mi amiga empezamos a hacer manualidades que tenemos ganas de vender, todo relacionado con los mándalas y algún que otro más. 

En lo que va a sentimental, estos meses fueron de esos que presentaban cambios constantemente. Cambios de ideas y de pensamientos. Atravesar un ruptura amorosa no fue fácil pero le doy una gran parte de razón a la frase que dice que el tiempo todo lo va curando. En mi caso no se si curar es la palabra pero podría decir que el tiempo acepto todo. De a poco vas entendiendo el porqué suceden algunas cosas. Hoy esas cartas que parecían idealizar una relación las leo desde otro punto y sin lágrimas en los ojos. Sé que no es casualidad el hecho de haber logrado un equilibro interno a partir del momento en que decidí que ya no lo quería en mi vida. 
Saque de mi vida eso que ya no me hacía bien o directamente no me generaba nada y realmente reduci la cantidad de personas con las que estoy pero ese poquito son esas personas con las que disfruto cada momento. He tenido más de una discusión con algún amig@ pero cuando uno empieza a pensar en frío se da cuenta que no llegaba a ningún lado esa relación. Eso no quiere decir que las dejé de querer, las sigo apreciando y queriendo pero a partir de ahora desde otra perspectiva. 

Sé que no todo es perfecto porque en realidad eso no existe pero hoy aprendí a elegir que es lo que quiero ver y que no. Y en este momento sólo quiero ver las cosas que fui consiguiendo y las que tengo al lado mío. Lo que no funciono o no esta ya el tiempo me dará una explicación.   

Ojalá tenga el tiempo, las ganas y la dedicación para venir a escribir cada entrada, porque tengo varias cosas para decir y para poder ir viendo sus blogs.    


jueves, 23 de enero de 2014

Ser feliz es una elección.

Quizás no es el mejor momento para escribir esto o quizás si. El hecho de solo dejarme llevar por lo que va pasando por mi cabeza hace que esto sea sincero, más de lo que espero. 

Hace un tiempo me dijeron que cambie la forma de ver las cosas y las cosas iban a cambiar. Pensé que era una frase hecha, de esas que le dicen a alguien cuando no sabe bien para donde ir, esas del estilo: Ya va a pasar, por algo paso, o cualquiera de las que van para ese lado. 
Sólo tenía esa frase para seguir avanzando, para encontrarle un sentido a lo que me pasaba. Opte por cambiar mi forma de ver porque también no había otra cosa en la que me pudiera apoyar, porque no me quedaba otra y ya estaba dando todo por perdido ¿Iba a perder más? No lo creía. 

No paso mucho tiempo desde el día en que me dijeron esa frase pero en lo poco que pasó siento que hay algo que dentro mío hizo un click, que desde lo más profundo de mi ser estaba esa pequeña esperanza de poder estar bien, de llegar a sentirme feliz. Fueron más mis ganas de sentir que yo podía lograr ser feliz que todo eso que me iba haciendo daño dentro mío. 
Descubrí que todavía podía seguir confiando en personas que hace mucho que no hablaba, que la confianza que algún día yo deposite en esa persona no había sido en vano, que al decirle: No puedo más. Esa persona iba a aparecerse para ayudarme a mirar las cosas desde otra perspectiva. 
Descubrí que el día en que dije que no quería depender más de nadie, que necesitaba, por un momento, preocuparme por mí y nadie más, no estaba tan dependiente de los demás. Que sólo era una idea mía. Descubrí que era más importante para las personas que me rodean de lo que me estaba imaginando. Supe que si había una dependencia de cualquier forma, esa dependencia era mutua. Mis amigos me necesitaban y yo los necesitaba a ellos. Y nadie tiraba de un sólo lado. El día que me me preocupe por mí supe que tenía gente que estaba preocupándose por mí más de lo que yo creía. Descubrí que fue un miedo que yo sola me había creado. 

De a poco entendí que hay personas que de nuestra vida se tienen que ir para terminar haciéndonos bien. Pareciera que nos están haciendo el peor mal de nuestras vidas pero el tiempo, siempre, nos va a mostrar que era necesario pasar por un momento así. No creo que si no hubiera sufrido lo que sufrí hoy pudiera decir que volví a sentirme bien conmigo misma, que descubrí que todo lo que me iba a pasar era totalmente necesario. Para saber que lo importante siempre es uno mismo. No hay nadie que pueda valer más que uno mismo. 

Una amiga me decía: Siempre que nos sentimos así de bien, aparecen para arruinarnos el buen momento. Y voy a estar segura que eso si es una frase hecha. Porque no hay nada más fuerte que la confianza en un mismo, que la seguridad de saber que no queremos nada que nos haga mal. Yo no quiero arruinar este momento porque entiendo el valor de todo lo que tuve que pasar para poder volver a sentirme bien.

Empece este blog para poder descargar eso que sentía que a nadie más podía contarle. Venia de un desamor que costaba entender, venia de sentir muchas desilusiones juntas, venia para contar que me habían dejado y que no había nada peor que eso. 
Seguí este blog para contar mis anécdotas académicas, para seguir hablando de amor desde otras perspectivas y para saber que tenia un registro de mi vida. 
Parece que hubiera escrito durante muchos años y sólo paso un año desde el día que decidí escribir acá. Releo algunas entradas y la pregunta ¿En qué estaba pensando? Aparece. En muchas entradas pareciera que se me viniera el mundo abajo y ahora que cambie la forma de verlo, sé que me estaba haciendo más problema del que en realidad había.

Hoy decido dejar de escribir en este lugar porque siento que un ciclo de mi vida se termina y el próximo que viene quiero tomarlo de manera diferente. 
Estoy buscando optar por sólo disfrutar y dejar de pensar tanto lo que me va pasando. Si las llegará a plasmar acá sería una forma de seguir pensando en eso y pierde ese disfrute, ese que quiero hace mucho. 

Hoy se que dejo este lugar encontrando el objetivo por el cuál empece a escribir y eso hace que se me llenen los ojos de lágrimas. Cada comentario, cada mail, cada consejo fueron de mucha ayuda. Saber que logré un objetivo me llena mucho más de orgullo. 

¡Gracias por leer cada entrada! 



domingo, 19 de enero de 2014

Querida Gin... Tonic. Es el momento de escribirte lo que nunca fui capaz de decirte. Aunque sea tarde, escribir lo que ha sucedido en una carta que no te voy a mandar. Que no vas a recibir nunca, que como tú me enseñaste, en cuanto acabe de escribirla la quemaré, mis sentimientos se pondrán a arder, y así el dolor... cómo era, cómo decías tú... ah ya, así el dolor no se te queda tan dentro. Esta vez solo quiero ser claro. Sería un imbécil si no gritara que me he equivocado, contigo. Que la he cagado pero bien. En el principio, que he intentado avanzar, sin apartar antes las cosas que me impedían, agarrado al pasado, mirando para atrás, queriendo olvidar pero sin parar de recordar. Qué locura Gin, empeñado en quedarme ahí. En medio de un lado y del otro, sin perdonar, sin perdonarme, sin avanzar.
¿Dónde está el secreto del futuro Gin? Puede que esté en fijarse bien, y en avanzar. Mirar más cerca. Más. Tan cerca que lo borroso se vuelve nítido, se vuelve claro... ¡Claro! ¡Hay cosas que pasaron antes!, mucho antes. No quiero esperar milagros... solo que las cosas pasen, O no. Sí, no, sí, no, sí, no. Y ahora lo tendría claro, pero ahora ya no depende de mí, sino de ti. Te quiero.

Tengo ganas de ti

domingo, 12 de enero de 2014

-Fin-

En todo este comienzo de año fui pasando por muchas etapas. Empece sintiéndome mal por lo que no había podido lograr en el año que terminaba. Después quise con todas mis ganas que las cosas empezaran a funcionar y digamos que puse un poco un ¡Manos a la marcha! y si bien, me siento muchísimo mejor conmigo misma en muchos aspectos todavía siento que me falta algo. 

Hubo días que me los tome exclusivamente para mí y los disfrute haciendo lo que quería para mí. Salí a caminar, leí algunos libros que tenia pendiente, algunos artículos de revistas, mire películas, series. Me actualice. 
Hubo otros que los compartí con amigos, salimos, nos quedamos, mates, pizzas y recorridas por el río me ayudaron a sentirme mejor. Para cada salida fui tratando de ingresar una sola idea: Hoy la vas a pasar bien, nada te va a hacer bajonear. ¡Y lo logré! Nunca antes me había divertido tanto. 
Pero ese bienestar dura varios días pero llega uno en el qué pienso: me falta él, el plano amoroso lo siento totalmente vacío. Y ese vacío también es una elección. No por sentirme vacía, fui a cualquiera que me dijera que podía quererme un poquito. Otra vez, no iba a caer. Y si bien, me siento bien por decidir que no quería para mí hay una parte de mí que se siente triste porque alguien más decidió que no era bueno para mi y se fue. 

Hay una conspiración del universo para que su ausencia no sea completa. Una pared, una programa de televisión, una banda, una canción de esas que me hizo escuchar y no le di mucha importancia, hasta ahora. A medida que pasan los días y empiezo a proponerme que ya esta, tengo que continuar por otro lado- como dice mi amiga: tenes que dejar de cajetear- algo aparece y no se puede luchar contra lo que se quiere, por lo menos no es tan fácil. 

Todavía me cuesta aceptar que esto tiene un fin definitivo, de esos a los que es imposible volver. Me cuesta aceptar que no tengo que quererlo más. Me cuesta entender que ya tengo que dejar de extrañarlo. Hay días en que una pequeña esperanza sigue en pie, sigue ahí pero también con esa esperanza empiezan a aparecer algunas realidades: Él no va a llamar. 
Y uno cae en tantas realidades que un poco prefiere creer en el cuento de amor que nos dan las películas.  

Sé que es lo mejor es dejarlo ir, de una vez por todas, que sea y que lo que elija deje de dolerme un poco. No estoy entre sus opciones y tampoco quiero ser una opción, no es lo que me merezco. 

Sé que hoy llego el último día. Hoy ya empiezo a dejar de pensar en volver. Hoy también lo quiero un poquito menos que ayer. Hoy tengo que ir en busca de otras cosas, de esas que me hacen bien. Hoy le digo fin a todo eso que me lleva a él.