sábado, 24 de enero de 2015

Espacios en blanco.

Fui construyendo pequeñas barreras alrededor mío, uní piedras que iba encontrando, uní excusas hasta amontonarlas y lograr separarme del resto. No diría que buscaba generar esa situación pero en cuanto me dí cuenta que lo estaba haciendo tampoco me frene. Dejé un espacio vacío esperando a ser completado. 

No quería a cualquiera que más o menos pudiera ocupar ese lugar, yo seguía esperando a quien por mucho tiempo pensé que lo iba ocupar casi a la perfección ese espacio. Y no se bien que es lo que me llevaba a dejar ese espacio en blanco pero lo hacía. 

Aunque todo fuera una contradicción constante en mi cabeza seguía dejando ese lugar vacío, aunque más de una vez me pregunte ¿Para qué? yo lo seguía haciendo pero toda contradicción en algún momento hay que despejarla casi como una ecuación.

Cuando de un momento para otro alguien deja de estar sin una explicación, en ese espacio pueden entrar todas las respuestas que se nos ocurren. Desde que fue base de una experimento en dónde borraron su memoria hasta llegar a la conclusión que, efectivamente, no te aman más. Todo es posible cuando no hay una respuesta del otro lado. 
Hasta que un día razonas mejor, dejas de esperar del otro lado para acordarte que vos también sos un lado y que vos también podes tener una respuesta. Una respuesta en donde deberían existir dos. En perspectiva es mejor que antes dónde no tenias ni siquiera una.

Buscando una respuesta logras diferenciar algo importante para seguir adelante. Sólo (lo) estás amando a alguien de la que ya no estas enamorada. Y eso, en un noviazgo, es lo que marca la diferencia. No te enamoras de todos, muy pocos son con los que llegas a conectar. Podemos hablar de enamorarnos hasta de una remera pero lo que importa, en definitiva, es lo que pasa adentro nuestro. Esos momentos en donde sentís que hay algo que esta más allá de lo que podes explicar, algo que llegas a considerar mágico. Es difícil explicarlo porque son esos momentos en los que no salen las palabras y sólo sonreís.

Amamos a más personas de las que nos enamoramos. Y eso esta bien. No importa si no lo conocemos del todo, si nos salvó en algún momento, vamos a querer demostrarles nuestro amor diciendo, valga la redundancia, que los amamos porque es lo que nos pasa adentro, sólo sentimos ganas de darles amor por habernos salvado, por permitir que caigamos arriba de ellos.

Paso mucho tiempo hasta entender que esto marcaba la diferencia, que con solo una respuesta también se podía definir la situación. No me arrepiento de haber dejado pasar tanto tiempo hasta entender que estaba pasando. Si hubiera seguido como si nada pasará estoy segura que hoy hubiera lastimado a más personas de las que yo hubiera querido lastimar. 

Cuando todo esta confuso, extraño, sin respuestas, no siempre esta bueno taparlo con algo más, hacer como si nada nos afectará y simplemente seguir. Rodearnos de lo que nos pasa en algún momento nos va a traer la respuesta que nosotros vamos a poder asimilar. Hacer como si no existiera sólo le damos el espacio para explotar y no saber manejarlo. 

Hoy entiendo que el tiempo fue necesario, hoy tengo la certeza que no voy a lastimar a nadie por no haber resuelto mi pasado.