martes, 19 de agosto de 2014

Enamorarse.

Cuando era chica sentía que me enamoraba siempre del no correspondido o que también me enamoraba todo el tiempo, cualquier persona que se cruzará en mi vida era digna de un enamoramiento mío. Pero siempre lo viví para mí, nunca exprese mis sentimientos hacia nadie, en esos momentos no me sentía suficiente para la otra persona ¿Por qué podría existir la remota idea de qué esa persona también sintiera lo mismo? En mi cabeza algunas cosas funcionaban así. 

Entonces el procedimiento era el siguiente: me empezaba a gustar alguien, buscaba excusas para tenerlo cerca hasta terminábamos siendo amigos pero nunca le expresaba lo que realmente me pasaba. Creía que eso iba a funcionar para mi. Cuando ya un poco me cansaba de quedarme callada, me alejaba un poco y al tiempo se repetía el procedimiento. 

Entré a la adolescencia y el procedimiento seguía siendo el mismo, hasta que un día me enamore de alguien que también se había enamorado de mí y se animo a decírmelo. Me asusté y durante un año negué sentir lo mismo. Si hay algo que me afecta son los cambios y es cada vez más notorio. Con mi planificación de vida ¿Cómo vas a venir a cambiarme todo ese que procedimiento que pensé que iba a ser de por vida? 

Negué sentir lo mismo pero daba las señales incorrectas. Negué estar enamorada pero no podía pasar un momento lejos de él. Durante un año me insistió para que saliéramos. Un año, paciencia de acero. Por dentro me moría cada vez que hablábamos. Un día mis ganas y las suyas se unieron para que el destino le concediera mi sí. Fuimos novios tres años. 

La verdad es que no tengo muchos recuerdos de la relación, tengo la manía de bloquear algunas cosas cuando me lastiman. Porque si, con el tiempo salí lastimada. Pero si sé que sensaciones me quedaron a mí. Fueron los únicos tres años de mi vida en los que no pensé, simplemente hacía lo que sentía. No tenia en mi la idea de que te podían lastimar, entonces simplemente hacía. Era todo nuevo para mí, creo que nunca entendí si hacíamos bien o mal las cosas pero si sé que la hacíamos porque queríamos. Y un día, se termino. Y creí que nunca más me iba a enamorar. 

Pero obviamente estaba equivocada. Y me volví a enamorar de alguien que siempre estuvo cerca de mi pero que antes no podía verlo de tal manera. Si puedo afirmar que cada enamoramiento es diferente y que sentí nuevas sensaciones constantemente. Pero este enamoramiento venía con un adicional: el miedo a que me lastimen y si tenes miedo, todo lo que haces es pensando.  

Pensé mucho durante la relación. Ah, me olvidaba, también estuve negando un tiempo el sentirme enamorada hasta que fue más fuerte que los dos y una noche de febrero todo empezó a encajar mejor. Volviendo al tema del miedo. Si, me enamore pero sentía miedo. Pensaba mucho las cosas, empece a sentir celos e inseguridades, todo me parecía una amenaza. En esa época (si, estoy vieja) no se usaba stalkear o por lo menos yo no estaba enterada del tema pero creo que con sólo la respiración de él ya empezaba a sacar posibles conclusiones de alguna mentira, que en todos los casos nunca existió. 

Eso desgasto la relación que también fue de tres años, que tuvo idas y venidas y que pagamos el precio de tanto ir y venir también. Se termino. Y yo simplemente me quede paralizada, no hice nada. No lo busqué, sentí que no tenia las herramientas. Dejé que se fuera, así nomas. Sin arriesgarme una vez más. 

Y cuando las situaciones daban para que yo ya diera por perdido todo, apareció. Si hubo algo que yo siempre hubiera dicho que no iba a pasar era que él volviera. Perdí todas las apuestas, gracias a Dios. La mejor perdida de mi vida. Creo que nunca agradecí tanto al universo como esos días porque si antes no creía en un Dios o en algo, ese día empece a creer. Ya me estaba anotando en alguna peregrinación. 

Y empezamos, la primer promesa que me hice fue no pensar tanto y dejar de ser insegura. Y la rompí. Siento que no sólo la rompí, sino que me encargue de romper también todos los pedazos que quedaron aún más que antes.
Me ganaron mis inseguridades, me ganaron mis miedos y todo lo bueno que pude hacer quedo en un quinto plano por todo eso que no pude disfrutar sin pensar.  

Y me estaba por rendir ¿Qué posibilidades hay de qué otra vez confíes en mi? ¿Qué puedo ofrecerte? ¿Cómo puedo asegurar que voy a intentar callar mis inseguridades? Vuelvo a cometer los mismos errores una y otra vez. No soy garantía de nada ni nadie. Mis errores siempre van por arriba de todos mis intentos de hacer bien. 
Y no puedo rendirme así porque así. Y no quiero rendirme así porque sí. Si hay algo que puedo asegurar es nunca antes sentí estas ganas de intentar y arriesgar por nadie y que esta vez no me quiero quedar callada. Voy a tomar todos los riesgos sin pensarlos porque siento que vale la pena. Lo estoy sintiendo, no lo estoy pensando. Y voy a seguir intentando porque lo siento. 


Si pudiera poder decir estas palabras cuando te veo, sé que no estaríamos así. No estaría haciendo público mi dolor tampoco. Si, estoy buscando que lo leas, todo esto que empece a escribir tiene el único fin de que lo leas. Estoy buscando la forma de que me puedas entender y es esto lo que salió. No lo pensé simplemente sentí que era forma que a mi me sale para pedir perdón. 
Ojalá alguien te avisará que hay una desquiciada haciendo un texto para vos. Ojalá entres por tu propia cuenta. Y ojalá yo pueda recibir alguna respuesta tuya. Voy a insistir, te lo dije, porque lo siento. No quiero perder la posibilidad que se me presento y no quiero perder lo lindo que vivimos en estos meses. Ah si, perdón. 
  






No hay comentarios:

Publicar un comentario