lunes, 6 de octubre de 2014

Una vez más te aliviaras.

Olvidar no tiene que ser malo, no siempre. Olvidar puede ser ese pequeña iniciativa para cambiar eso que todavía nos dejaba atrás. 
Que un familiar te olvide por alguna enfermedad deber ser algo horrible, que este pero no, que sepa pero no quiera, yo no hablo de ese tipo de olvidos. Hablo de esos olvidos conscientes, de esos olvidos por elección. 

Que un amigo te olvidé sin darnos un porqué puede ayudarnos a entender que no era importante en nuestra vida, sólo las personas a las que les importamos nos recuerdan.
Que un (ex)novio te olvide también nos hace dar cuenta que no eramos importantes pero también nos deja algo más importante: Perder todo tipo de esperanza. Y eso es lo mejor que nos pueden dejar después de una ruptura, el saber que no, que no va a suceder. Y qué mejor para un nuevo comienzo que saber con todas tus fuerzas que no hay nada que te deja en un limbo emocional. 
Saber que atrás no hay nada y que sólo queda avanzar gracias al olvido de alguien es creo yo la mejor manera de terminar aunque sea contradictorio en todos sus aspectos. 
Cuando empieza a dejar de doler, cuando también nos proponemos que nos deje de doler, cuando empezas a armar todas las partes rotas que habían dejado en vos, cuando todo eso pasa, pensá y agradece: Che, gracias por olvidarme, me solucionaste mil cosas así, no sé que hubiera hecho si no lo hacías. 

A veces olvidar, algunas veces, esta bien. 

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