lunes, 15 de septiembre de 2014

Las historias sin principio

Existen historias que uno nunca sabe cuando empezaron, simplemente suceden, están ahí pero ni siquiera podemos saber si es o no una historia. 

Esas historias sin principio, esas que no sabemos en qué momento las empezamos a vivir, esas que son de las que entran sin golpear cuando se terminan nos duelen como si alguna vez hubieran empezado, como si alguna vez todo eso lo hubiéramos vivido conscientes. 

¿Cómo se logra hacer que algo que no empezó pueda terminar? ¿No es qué todo empieza en un punto y termina (si es que eso pasa) es en otro punto? Mira, yo acá creo que empece por el medio ¿Cómo hago? 

A base de prueba y error aprendí que todo tiene que tener un principio, un punto de partida, un desde acá ¿Qué sentido tiene darle más incertidumbre a todo esto qué seguramente ya me esta dando alguna que otra duda? 

Las historias sin principio que terminan nos hacen sentir que nos duele algo que no tenemos la certeza de poder decir que existió y eso se nos suma a la carga de dolores. Algo más que vamos a tener que sanar: el creer en esa historia. 

Ademas de todo esto ¿no se dieron cuenta que lo más lindo de las historias es cuando empiezan? Todo nos parece lindo, perfecto. El tiempo se va a encargando de buscarle quintas patas al gato y que todo eso que nos parecía perfecto, nos termine molestando. ¿Por qué entonces privarnos de empezar historias? 

1 comentario:

  1. Complicado... pero a TODO le podemos dar final. es decisión y determinación.

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