miércoles, 25 de diciembre de 2013

El enojo se empieza a ir. La bronca que se pudo haber acumulado ahora se transforma en nostalgia. Eso que no quería antes ahora crees que podes aceptarlo. 
Y si lo extrañas, necesitas contarles eso último que te paso y eso que esta por venir. Necesitas contarle que cambiaste casi por completo algunas actitudes. Necesitas contarle que por fin pasaste unas fiestas como nunca antes con tu familia. Necesitas contarle que el abuelo pregunto por él. Necesitas contarle que uno de los deseos fue que él este feliz. Necesitas contarle que te decidiste porque estudiar. Necesitas contarle muchas cosas y él no esta. 
Y empieza el miedo y la tristeza. El pensamiento constante: Tenes que dejarlo de una vez, no podes seguir insistiendo en algo que no va. Todavía no le das un punto final a eso que sentí, la esperanza es lo último que se pierde. Y esperas a que alguien de un primer paso porque sabes que no vas a ser vos. Y sabes que ese paso no va a existir. Y esto te va a llevar un tiempo en asimilarlo. Y necesitas poner metas para dejar de pensar por qué no funciono. Y necesitas dejar de extrañarlo un poco. Y necesitas despejar la cabeza y cargas todas las películas que podes, esas que te hacen creer en un final feliz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario