lunes, 12 de octubre de 2015

Trenes (y también camiones y tractores)

Ella lo vio por el reflejo de una de las ventanas del tren. Al principio pensó que no era, bajo la mirada, volvió a mirar. Si, definitivamente era él. Se puso nerviosa pero pensó que no había razones para estarlo. Busco estrategias de juego (porque ahora esto era alguno de esos juegos de mesa sobre guerras): estaba bien posicionada, si tenían que hablar el primer paso lo tenía que dar él porque era quien la podía ver con más facilidad. Punto a favor. Ella no veía razones para hablarle después de haberlo eliminado de todas las redes sociales, incluso las que él ya no usaba (por las dudas también lo había eliminado, evitando encontrarlo si algún día tenia algún ataque tecnológico) Ella pensó que no podía tener tanta mala suerte, a esa clase ella no iba a ir, hacia un mes que los viernes se dedicaba a hacer cosas que no incluyeran la Facultad. Tampoco tenía tantas ganas, no encuentra una razón para justificar el ir a esa clase, ese día, ese momento. Volvió sobre sus pasos pensando en todo lo que pasó para que ahora ella este en ese vagón con él. El colectivo que tardó más de lo normal. El tren que dejó pasar pensando: es viernes no voy a correr un tren. La clase a la que no iba nunca excepto ese viernes. ¿Destino? 
También recordó hace cuanto que no pensaba en él, hace tiempo que ya no lo extrañaba, hace tiempo que ya no sentía nostalgia. Todo lo que podía recordar de ellos ya no dolía. No se había dado cuenta hasta ese momento. Hace tiempo sus lugares claves pasaron a hacer lugares comunes. Todo eso había pasado y ella nunca se puso a pensar con detenimiento lo que pasaba ¿Era por eso que aparecía en ese momento? ¿Para mostrarle que todo estaba bien? Sonrío y el aleatorio dejó que se escuchara el último tema que él le había dedicado.《No tengas miedo de cambiar ni de equivocarte hasta maravillarte. Y si elegís tu libertad ¿Por qué caminas cuando podes volar?》Claro que era el destino. 

Él sólo quería volver a su casa después de un día larguísimo cuando de la nada la vio a sólo seis asientos de distancia, igual que siempre, con el pelo más corto pero el mismo bailecito que hacía sin darse cuenta cada vez que de sus auriculares sonaba su tema preferido. Empezó a sonreír sin darse cuenta y pensó si de esos auriculares sonaba algún tema de Tan Biónica o de Cerati. Se preguntó cómo la habría pasado en el recital. Recordó que ella lo había eliminado de todas las redes sociales y se enojo. Ella había roto su "tratado de paz" ese que ella misma había propuesto. ¡Qué pendeja histérica! pensó y tuvo que mirar a su alrededor para asegurarse que no lo dijo en voz alta, bajo la mirada. Él no sabía que hacer si cruzaban miradas, lo mejor era seguir mirando hacia el piso hasta que alguno de los dos tuviera que bajar. Miró su celular, entró a instagram, salió, entró whatsapp, ningún mensaje. Cerró todo y puso a funcionar el aleatorio, empezaba a sonar《Los dos sabemos que esto se terminó tiempo atrás pero es re loco no nos podemos dejar en paz》Mira que hijo de puta es el destino murmuró. Volvió a mirar, la ansiedad de saber si ella estaba mirando le gano, no estaba mirando. Ella ya estaba preparada para bajar en su estación. Menos mal que no se dio cuenta que viajamos juntos pensó aliviado. 




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